martes, 12 de noviembre de 2013

Tragedia después de la tragedia

 Las horas se reflejan en sus manos
pues no supo como llegó
el beso de un recuerdo que se quemó
sabiendo que en casa faltaba el pan
solo se conocen...
mordiscos de desprecio
y al atardecer
nos llaman los cuentos
casi extintos, pero vivos
no obstante, el placer de la carne
se hace grande
por la lluvia que humedece
hasta el rincón mas oscuro
de esta tarde...
como se iba a extrañar
si de sus bolsillos escapa
la ilusión vacía de encontrar...
... encontrar...
una suplica amarga
por la vereda
que ha de cruzar sin razonar...
entonces no bastaría callar
cuando la flor se ha desteñido
y el mar se retuerza en sus entrañas
para escupir el rencor
de unos que no supieron danzar
a la luz del recuerdo...
sin pensar que detrás de ellos
se pasea la muerte
vestida de consuelo
derramando pedazos de si misma
y cubriendo todo
de espesa neblina
hasta que los pájaros
se pierdan en su canto ensordecedor
y no queden sobrevivientes...
no pudieron decirlo mejor,
aquí ya no hay nadie.
                                                                               Viorek